- Si no paras me voy a correr! -la dije.
Como única respuesta por su parte obtuve una mamada mas profunda si cabe. Como ya no podía aguantar me deje llevar y unos segundo después comencé a inundar su boca. Pepa era para eso tan golosa o mas que yo, porque succionaba sin parar para tragarse todo mi semen.
- Te voy a dejar seco -dijo sacando un poco mi polla de su boca.
- Deja algo para tu culito -le conteste.
Hizo oídos sordos y siguió mamando pero llego un momento en que mi polla empezó a perder consistencia. Termino con besitos muy suaves en mi capullo.
- Ahora tienes que recuperarte -dijo Pepa mirando a mi pene.
- Siii, conteste yo, que menuda tralla la has dado.
- Pero sabes que? -dijo ya mirándome a mi- seguro que tu agujerito esta descansado.
- Claro... y esperándote -respondí jocoso.
Sin dar tiempo a otra cosa me levante y comencé a desnudarme. Pepa, que se había puesto de pie, me contemplaba con una sonrisa. Cuando me percató solo me quedaba la camisa ya desabotonada y el calzoncillo, que trate de quitármelos en plan strip-tease, aunque penoso, claro.
- Uau!!! -gritaba Pepa mientras se iba desnudando- que rico lo que me voy a follar!
- Todo para ti -dije con voz socarrona mientras me giraba para mostrarle mis posaderas.
Así como estaba casi de espaldas a Pepa me agarré por la cintura y tiró hacia sí. Inmediatamente noté su pene que estaba ya en posición de ataque. Me agache un poco dejando mas expuesto mi ano y ella aprovecho para, tras escupirse en una mano, tratar de lubricarlo.
He de confesaros que ya estaba esperando su embestida pero aun así me sorprendió por la fuerza con la que empujaba. Del primer golpe entro su capullo, con lo que mi sensación fue de dolor, solo dolor.
Cuando comenzaba a quejarme me puso una mano tapando mi boca y con la otra me acariciaba y daba pellizcos en los pezones. Quieta, como estaba, mi culo se había acostumbrado a su invasor, y cuando ella lo sintió así, dio de nuevo otro empujón que de nuevo me hizo gemir de dolor.
Anuncio